Millones de aparatos eléctricos y electrónicos son producidos y vendidos mundialmente al cabo de un año. Por tanto, también existe una gran cantidad de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) en ese mismo periodo de tiempo. Cada uno de estos aparatos es susceptible de tener una segunda vida, dándole un nuevo uso, o reutilizando ciertas partes de los mismos para la elaboración de nuevos productos.
Los beneficios económicos que reporta el reciclaje de RAEE es uno de los motivos por los que se le debe dar un correcto tratamiento, pasando por su obligatoriedad. Los AEE constituyen una fuente de metales de alto valor como el cobre, la plata o el platino. Estos suponen un ahorro si se les da una segunda vida a aquellos que han quedado en la obsolescencia, devolviéndolos al ciclo económico como materias primas secundarias. De esta forma, convertimos estos metales en híbridos entre renovables y no renovables, al poder ser reciclados, que pasarían a agotarse con el paso del tiempo si no se le diese el tratamiento correcto.
Economía circular
A este proceso de reutilización y reciclado también se le conoce como economía circular. Ésta contribuye al desarrollo económico y a la generación de empleo verde, ya que las plantas de reciclaje emplean a miles de personas encargadas de la reparación, reutilización y reciclaje de RAEE. Según los datos de la Subdirección General de Prospectiva y Análisis del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el sector de los residuos representa el 27% del total del empleo verde en España.
Por otro lado, una correcta gestión de RAEE contribuye a minimizar la economía sumergida que supone un tratamiento ilegal de los diferentes aparatos eléctricos y electrónicos. Un porcentaje del precio que los usuarios pagan al adquirir un aparato eléctrico o electrónico está destinado a su posterior gestión y reciclaje. Por tanto, se debe hacer uso de ese ciclo que se establece desde su fabricación, de modo que tenga el tratamiento final que se ha diseñado. Por ello, los aparatos eléctricos y electrónicos en desuso se puede entregar gratuitamente en los establecimientos adheridos para ello, y que los productores financian para que se gestione la recogida.