El empleo que se hace de electrodomésticos como el lavavajillas o la secadora determinan en gran medida la cuantía de la factura de la luz.
También depende en gran medida de la eficiencia energética que tenga cada electrodoméstico. No es lo mismo un aire acondicionado de la categoría A++ que uno que tenga la B+.
Los electrodomésticos con la categoría A son más caros pero a la larga son más rentables ya que consumen muchos menos kilowatios hora que los del resto de categorías.
Desde RAEE Andalucía os damos una serie de consejos con los que poder optimizar el consumo eléctrico de tu hogar. De este modo no solo conseguirás ahorrar en la factura de la luz, sino también hacer de tu hogar un lugar más eficiente y sostenible con el Medio Ambiente.
• Cuida el mantenimiento del frigorífico
El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más energía consume al permanecer conectado a la corriente casi de forma permanente. Optimiza su empleo permitiendo que circule el aire por su parte trasera, regulando la temperatura entre los 4º y 6 °C, y no introduciendo alimentos calientes en su interior.
Y si te tomas varios días de vacaciones, procura vaciarlo por completo y desenchufarlo para evitar que consuma energía en el tiempo que permanezcas fuera de casa.
• Sustituye el aire acondicionado por ventiladores
Los ventiladores de pie o techo son alternativas más eficientes de usar para refrescar una estancia que el aire acondicionado. Estos aparatos son más recomendables, ya que gastan hasta un 90% menos de energía y reducen el calor gradualmente.
En verano, el sol se pone pasadas las 9 de la noche. Es a partir de este momento cuando podemos aprovechar también para aclimatar la casa sin tener que encender el aire. Abriendo puertas y ventanas y dejando que entre el aire fresco. Eso sí, en el caso de hacerlo, recuerda regular siempre entre los 22 y los 24 °C y revisar sus filtros para evitar obstrucciones.
• Instala un cronotermostato
Contar con este aparato permite automatizar y optimizar el uso que hagamos del aire acondicionado. Al detectar que la temperatura de una estancia supera unos grados determinados, el cronotermostato se activa y conecta el aire.
Del mismo modo, cuando la habitación se haya enfriado o calentado, el aire acondicionado se apagará solo. De esta forma evitaremos que permanezca encendido más tiempo del realmente necesario.
• Cuidado con el consumo silencioso
La mayoría de las personas no desconectan totalmente algunos dispositivos cuando dejan de usarlos. Y es que, aunque en apariencia estén apagados, aparatos como el televisor o un ordenador de sobremesa continúan consumiendo energía si permanecen enchufados a la red.
Se estima que este consumo silencioso o ‘stand by’ es responsable de casi el 8% del gasto medio anual de un hogar. Un porcentaje que podemos ahorrarnos al hacer un gesto tan sencillo como quitar un enchufe.
• Cambia la iluminación
Revisa la iluminación que tengas en tu casa y plantea cambiar las bombillas que utilices por LEDs. Aunque sean algo más caras que las bombillas tradicionales, estas luces consumen menos energía y no emiten nada de calor.
• Considera pasarte al autoconsumo
España es el país con mayor cantidad de horas de sol de Europa. Un total de 300 días de buen tiempo al año. ¿Cuál es la mejor forma de aprovechar esto a nuestro favor? Instalando un sistema de paneles fotovoltaicos en nuestra vivienda.
Cada vez son más las personas que apuestan por el autoconsumo y las renovables. Además, existen ciertos electrodomésticos que funcionan con energía solar y pueden beneficiarse de la electricidad que podemos generar por nosotros mismos.
Y recuerda, cuando acaba la vida útil de estos aparatos, se convierten en RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) y debemos reciclarlos de una manera adecuada.