Como cada semana, desde RAEE Andalucía tratamos de concienciaros de la importancia de colaborar para cuidar el medio ambiente. En esta ocasión queremos hablaros sobre la economía lineal y la circular, y tomar conciencia de la importancia del segundo, apostando por un modelo productivo basado en el reciclaje como elemento esencial para el aumento de la eficiencia y el avance hacia un modelo de economía circular. Vivimos en un mundo cuyo principal pensamiento es que habrá una oferta constante de los recursos de los que podremos hacer un uso ilimitado. Un pensamiento equívoco, ya que para fabricar muchos de los aparatos eléctricos y electrónicos que usamos diariamente es necesario extraer recursos naturales del medio ambiente, muchos de ellos no renovables. Sin embargo, el ímpetu en dejar de lado la economía lineal (adquisición-uso-deshecho) para pasar a una economía circular y el uso de las 3R (reducir-reutilizar-reciclar), está creciendo cada vez más.
Consecuencias de la economía lineal
Como ya hemos dicho, la economía lineal se basa en el concepto de adquirir-usar-eliminar. Probablemente no serás el primero ni el último en comprar un móvil nuevo a pesar de que el tuyo todavía funcione o en buscar un ordenador de última generación porque el tuyo “se ha quedado antiguo”. Realmente no somos conscientes de los riesgos y consecuencias que esto supone para el medio ambiente. Términos como “recursos no renovables” o “cambio climático” están adquiriendo cada vez más fuerza por mucho que intentemos mirar para otro lado.
Cabe destacar que el reciclaje es un elemento esencial para la economía circular, pues nos permite aprovechar los materiales que se encuentran en los residuos para la fabricación de nuevos productos, evitando así la extracción de nuevas materias primas, es lo que llamamos “reutilización”. En el caso de la economía lineal, este proceso se pierde, pues se lleva a cabo la eliminación por completo de los productos, sin la posibilidad de reutilizar los residuos, o parte de ellos, para la fabricación de productos nuevos.
Desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa
A pesar de ello, todo tiene solución. Las empresas están tomando cada vez más consciencia de la necesidad de desarrollar su Responsabilidad Social Corporativa. De hecho, los impactos ambientales están siendo regulados a nivel local, nacional e internacional. El objetivo de la economía circular es reducir tanto la entrada de los materiales como la producción de desechos vírgenes. Existen empresas que, por ejemplo, adquieren sus recursos en zonas cercanas a su ubicación. Esto supone un impacto menor para el medio ambiente ya que, el medio de transporte que hará entrega del material recorrerá una distancia menor y, por tanto, emitirá una menor cantidad de gases perjudiciales para la atmósfera. Por otro lado, la economía circular, no solo es verde, también es sostenible. En el caso anterior, además de emitir menos residuos tóxicos para el planeta, generará empleo en nuestra zona. Otra opción es reutilizar aparatos electrónicos cuya vida útil aún no haya llegado a su fin, como móviles, pantallas, ordenadores, etc.
En España encontramos la Fundación Economía Circular. Se trata de una fundación que trabaja por la sostenibilidad y el uso de los recursos naturales y el medio ambiente. Su labor abarca España, Portugal, Europa, la cuenca mediterránea, Latinoamérica y los territorios insulares del planeta.
Como habéis visto, la economía circular supone una gran ayuda para el medio ambiente. Desde RAEE Andalucía os invitamos a poner en práctica algunas de las propuestas anteriores. Y, como solemos decir, “ya no hay excusas, ¡recicla tu RAEE!”.