La Navidad es una de las fiestas más esperadas y una de las épocas favoritas para muchos de nosotros, especialmente para los niños. Todos escriben, año tras año, sus cartas a los Reyes Magos esperando con ilusión que les traigan lo esperado. Es entonces cuando, la mañana del 6 de enero, se levantan de un salto de la cama y corren en busca de las cajas que aguardan bajo el árbol. ¿Les habrán regalado lo que pidieron? A todos nos gusta ver sus caras de nervios y felicidad mientras recordamos aquella época en la que éramos nosotros los que estábamos en su posición. Los nuevos juguetes ocuparán la primera línea de las estanterías, el lugar más especial de todos, pero, ¿qué pasará con los antiguos?
La evolución tecnológica ha llegado a todos los ámbitos... ¡incluso al sector juguetero! Lo que antes era un simple juego de construcción, ahora incluye luces y sonidos; los libros interactivos que funcionan a pilas o muñecos con estímulos para enseñar a los niños a gatear o andar, también se encuentran entre el top ten de los juguetes más deseados. Con el paso de los años, a medida que los niños crecen, es posible que estos queden obsoletos y olvidados en un rincón del armario. Recuerda que, en ese caso, los correpasillos eléctricos pasan a ser RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) pero, ¿sabes qué hacer con ellos? No los tires en los contenedores habituales de calle ni con las cajas de los juguetes nuevos. Te contamos cómo saber si efectivamente se tratan de un RAEE y qué hacer con ellos.
¿Cómo saber si nuestro antiguo juguete es un RAEE y qué hacer con él?
Si tus juguetes han quedado obsoletos e inservibles, deben ser reciclados. En la siguiente imagen te mostramos las formas mediante las cuales podrás averiguar si estás ante un RAEE o no:
Como ves, hablamos de un RAEE si para funcionar ha necesitado pilas, baterías o estar enchufado a la corriente eléctrica; si emitía luces y sonidos o si en el manual de instrucciones, la caja o etiquetado aparecía el símbolo anterior.
Y si después de hacer una batida de los juguetes que ya han quedado inservibles, has identificado cuáles son un RAEE, ya sabes qué es lo que debes hacer con ellos. Los puntos de venta de los distribuidores o tiendas y los puntos limpios habilitados por las entidades locales son los mejores lugares para que tus residuos de aparatos eléctricos y electrónicos sean gestionados de la forma más eficiente para su posterior reciclaje. Ya no hay excusas. Actúa, recicla y conecta con la naturaleza.