Los discos duros son dispositivos que almacenan archivos digitales sin necesitar energía para mantener guardada la información y sin necesidad de estar encendidos. El primero se inventó en 1956 y, con el paso de los años, ha disminuido su volumen y ha aumentado su capacidad hasta el punto de ser la opción principal de almacenamiento secundario para nuestros ordenadores personales. En este post nos vamos a centrar en su reciclaje cuando se convierten en Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), un proceso muy importante por los materiales que los componen.
El reciclaje de este tipo de aparatos es muy concreto debido a la información que contienen de sus antiguos dueños y que, de un modo u otro, debe preservar su confidencialidad. Por tanto, cuando los discos duros llegan a las plantas de tratamiento se desmontan para llegar a esta información y borrarla. Este proceso puede realizarse de dos modos:
- Borrando toda la información que contiene utilizando un software específico.
- Desmontar el disco para tratar sus componentes por separado.
Posteriormente, se clasifican sus componentes (en caso de que el disco haya sido desmontado) y se preparan para una segunda vida. Por el contrario, si solo se ha borrado la información, pero el aparato sigue funcionando, se prepara para su reutilización.
Ahora que sabes cómo es el reciclaje de este tipo de RAEE, no olvides llevarlos al Punto Limpio más cercano a tu hogar.
¡Actúa, Recicla y Conecta con la Naturaleza!