La pandemia provocada por la Covid-19 está propiciando un nuevo escenario social, económico e industrial sin precedentes. Con el aumento de la demanda de producción frente a la obligatoriedad de confinamiento y distancia social, la tecnología ha experimentado un cambio potencial orientado hacia la digitalización y la irrupción de la Industria 4.0.
¿Qué es la Industria 4.0?
Si la primera revolución industrial supuso la mecanización del sector; la segunda, la producción en masas gracias a la electricidad y la cadena de montaje; y la tercera, la informatización, esta cuarta revolución combina técnicas avanzadas de producción con tecnologías inteligentes. Entre ellas encontramos la robótica, la analítica, la inteligencia artificial, la nanotecnología, etc.
Una de las claves de la Industria 4.0 es la Automatización Robótica de Procesos (RPA), que consiste en la ejecución de acciones “humanas” por parte de aparatos “robóticos”, empleando un software informático. Su uso permite a las empresas ser más eficaces, ya que, al automatizar tareas, invierten menos tiempos y recursos en su producción.
Con frecuencia, la RPA viene acompañada de un aumento en la automatización de tareas en la cadena de producción. Con la necesidad de aplicar las nuevas normativas y el deseo de crear entornos seguros, muchas empresas incorporan robots físicos en su actividad. Aunque este proceso se estaba produciendo en la era pre-Covid, el 40% de las compañías han acelerado sus inversiones en automatización, según el informe de la consultora EY. Esta nueva realidad trae consigo un aumento de de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (AEE) en las empresas, que en un futuro se convertirán en Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
La digitalización y el "contactless"
Los usuarios también han cambiado su forma de comportarse y comprar. Nos encontramos con consumidores 4.0, que valoran el uso de las nuevas tecnologías que permitan “evitar el contacto”. Tanto es así, que algunos bancos están implantando “cajeros contactless” en España. Esto permite al usuario retirar dinero efectivo del cajero sin necesidad de tocarlo, haciendo uso de la aplicación de móvil.
Además, algunas empresas están desarrollando la forma de implantar el “eyetracking” en tareas cotidianas: llamar al ascensor, abrir y cerrar puertas o, incluso, abrir un grifo.
La era post-Covid-19 abre paso a un escenario donde la tecnología parece evolucionar de forma exponencial y creativa. Desde RAEE Andalucía queremos recordar la importancia que tiene la correcta gestión de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, especialmente en momentos de cambio y crecimiento.
¡Actúa, recicla y conecta con la Naturaleza!