Estamos rodeados de aparatos eléctricos y electrónicos que usamos día a día. Desde los electrodomésticos que usamos para cocinar, los dispositivos móviles para trabajar o los aparatos electrónicos para disfrutar del tiempo de ocio. Aunque cada vez nos deshacemos antes de estos aparatos para sustituirlos por otros nuevos con más prestaciones o más modernos. Pero, ¿qué pasa cuando dejamos de usar un aparato eléctrico y electrónico que todavía funciona? ¿Qué hago con él?
Siempre hablamos de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y la importancia de su correcta gestión y reciclaje. Pero cabe señalar que antes de su reciclado, el aparato puede pasar por otras etapas que contribuyan a la economía circular y en consonancia con lo que establece la jerarquía de residuos, que sitúa la prevención y reutilización como los primeros pasos a tener en cuenta.
En este caso, estamos hablando de AEE usados que debemos destinar a la reutilización antes de convertirlos en un residuo. Hoy veremos la diferencia entre los RAEE y los AEE usados, cómo debemos gestionar ambos y cuándo pasa a denominarse de un modo a otro.
¿Qué es un RAEE?
Los RAEE son residuos de aparatos eléctricos y electrónicos procedentes tanto de hogares particulares como de usos profesionales que para funcionar han necesitado pilas, baterías o estar enchufados a la corriente eléctrica.
En este sentido, serán RAEE todos aquellos aparatos que hayan dejado de funcionar o que nos deshagamos de ellos porque los hayamos sustituido por otro nuevo. Pero, ¿qué otro final le podemos dar a aquellos aparatos que todavía funcionen antes de que sean reciclados? En este caso no estaríamos ante un RAEE y comprendería uno de los estamentos de la jerarquía de residuos y que prevalece al reciclaje. Hablamos de la reutilización de los AEE usados.
¿Entonces qué es un AEE usado?
Los AEE usados son, conforme expone el Real Decreto 110/2015 sobre RAEE, aparatos eléctricos y electrónicos que pese a haber sido utilizados no han adquirido la condición de residuo ya que su poseedor no los desecha o no tiene la intención u obligación de desecharlos, y tiene la intención de que se les dé un uso posterior, en relación con el concepto de reutilización.
En este sentido, cabe destacar que el Real Decreto hace mención a que los productores de aparatos eléctricos y electrónicos no impedirán la reutilización de los AEE usados y la preparación para la reutilización de los RAEE mediante características de diseño específicas o procesos de fabricación específicos, salvo que dichas características o procesos de fabricación presenten grandes ventajas en materia de seguridad o para la protección del medio ambiente. Así pues, el llamado ecodiseño es una herramienta fundamental para contribuir a la prevención de RAEE así como reducir su eventual impacto negativo en el entorno a lo largo de todo su ciclo de vida.
¿Qué hago en cada caso?
Entonces te preguntarás, ¿qué hago con los AEE usados?, ¿dónde los deposito cuando ya no los necesito? Hay algunas opciones para llevar a cabo la reutilización de este tipo de aparatos antes de que los destinemos al reciclaje.
Conforme establece el Real Decreto 110/2015, se prevé la entrega de los aparatos usados, los mencionados anteriormente como AEE usados, a entidades sociales sin ánimo de lucro o a los comercios de segunda mano, siempre que se lleve a cabo la aplicación de la normativa específica de comercio y protección de los consumidores. En este caso, podremos entregar aquellos aparatos eléctricos y electrónicos que ya no usemos pero que todavía funcionen a este tipo de entidades o comercios que podrán destinarlos a un segundo uso. Así se pretende potenciar la reutilización de este tipo de aparatos a favor de la protección del medio ambiente.
No obstante, cuando no sea posible la entrega de nuestro AEE usado porque el aparato resulta inutilizable, por falta de componentes esenciales o por daños que no se pueden reparar, por ejemplo, los usuarios del aparato deberán entregarlos como un residuo de aparato eléctrico y electrónico (RAEE) en los lugares aptos para que puedan ser reciclados. De este modo, se destinarán a las plantas de reciclaje donde se llevará a cabo el desmontaje del residuo y cuyos componentes podrán ser utilizados en la fabricación de nuevos productos.
Ahora que ya sabemos la diferencia entre un AEE usado y un RAEE podemos hacer una selección de los aparatos que ya no usemos o no nos sirvan. ¿Ya no funciona porque se ha estropeado? Se trata de un RAEE: deposítalo en los lugares aptos para que puedan ser reciclados. ¿Todavía funciona y ya no lo necesitas o lo has sustituido por uno nuevo? Es un AEE usado: destínalo a que pueda ser reutilizado a través de entidades sociales o comercios de segunda mano.