Hoy en día los dispositivos móviles se han convertido en aparatos imprescindibles en nuestras vidas. En todos los hogares suelen haber tantos móviles como personas y en ocasiones incluso más. Además tenemos cierta tendencia a acumular los viejos aparatos que ya no usamos creando el cajón de los móviles que ya no sirven pero que guardamos para casos de emergencia.
Un dato curioso que lo mismo como consumidor no conozcas es que dentro del precio que pagamos por estos productos existe una cantidad prevista para el reciclaje del mismo. Con esto nos aseguramos que el fabricante garantice el proceso de reciclaje a través de los Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), entidades gestoras creadas por las asociaciones empresariales que representan al sector de fabricantes e importadores de grandes y pequeños electrodomésticos para la correcta gestión de los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos).
Tragamóvil, englobado dentro de Recyclia, es una de las organizaciones que se dedica específicamente al reciclaje de nuestros teléfonos móviles y que en 2014 gestionó 372.000 kilos de móviles y periféricos de telefonía y que cuenta con 1.000 contenedores de recogida repartidos por toda España. También podemos hacerlo a través de otras organizaciones y fundaciones como Ecotic, Ecolec, Ecolum, ERP o Eco-RAEEs.
¿Y en qué momento se empieza a llevar a cabo el reciclaje de nuestros viejos móviles? Es a raíz del Real Decreto 208/2005 sobre aparatos eléctricos y electrónicos que toma como referencia la directiva europea del año 2002 sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. ¿Y qué se recicla de un móvil?? Pues según datos de Tragamóvil el 90% de su contenido es reciclable siendo la batería uno de los pocos elementos no reciclables.
¿Dónde llevarlos?
Lo principal es saber a dónde llevar tu viejo teléfono móvil. Desde RAEE Andalucía ya hemos hablado en otras ocasiones de este tema pero lo volvemos a recordar. Una de las opciones es llevar nuestros viejos aparatos a los puntos limpios. Éstos son instalaciones de propiedad pública, ya sean ayuntamientos o diputaciones u otras organizaciones bajo el paraguas de la FAMP (Federación Andaluza de Municipios y Provincias) firmante del convenio de RAEE Andalucía junto con los SIG y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible. Su principal función es ofrecer a los ciudadanos de los diferentes municipios un lugar donde depositar de manera separada los residuos que generen en sus hogares, en los que también tienen cabida los móviles.
No es la única opción, ya que como hemos comentado anteriormente, tanto Tragamóvil como el resto de SCRAP, tiene a su disposición puntos de recogida por toda España y en el que los usuarios pueden depositar sus viejos teléfonos sin coste alguno para que éstos sea reciclados.
¿Cuál es el proceso de reciclaje?
El primer paso es la extracción de la batería, ya que como se ha dicho, es lo único que no se recicla de estos aparatos. Dada su inestabilidad y su alta capacidad contaminante se envían a plantas de tratamiento especializadas.
Una vez realizada esta separación se comienzan a separar los diferentes materiales de los que está compuesto nuestro móvil. Para que os hagáis una idea estos aparatos es de un 45% plástico, un 20% cobre, un 20% de otros materiales como aluminio y oro, un 10% cerámica y un 5% de materiales no metálicos.
¿Y cómo se separan todos estos cables, circuitos, microships y placas? Pues se trituran y se hacen fracciones del resultado a través de la fuerza del aire que los separa dependiendo del peso de cada material. Entre estos residuos encontramos cantidades (mínimas) de oro, paladio o coltán. Una vez separados y tratados todo vuelve al mercado en forma de materia prima.