Muchos electrodomésticos que forman parte de nuestro día a día se convierten en un Residuo de Aparato Eléctrico o Electrónico (RAEE) cuando entran en desuso y son muy fáciles de identificar. En este post os queremos explicar por qué los ambientadores eléctricos, que a lo mejor puede crear un poco de confusión, también son un RAEE cuando se estropean y por tanto deben reciclarse como tal.
En primer lugar, cabe señalar que pertenecen a la Categoría 5: Pequeños aparatos (sin ninguna dimensión exterior superior a los 50 cm) como la mayoría de electrodomésticos que tenemos en casa y funcionan cuando una resistencia eléctrica calienta la fragancia, se evapora y el aroma se dispersa en la habitación.
Algunos incluyen luces, mando a distancia o música para la relajación y, por tanto, necesitan estar conectados a la red eléctrica o también pueden utilizarse con pilas o baterías. ¡Ten esto en cuenta en caso de que se agoten!
Por ello, los puntos de venta de los distribuidores o los puntos limpios son los mejores lugares para que nuestros ambientadores eléctricos sean gestionados de la forma más eficiente para su posterior reciclaje.
Además, te recordamos que hay dos vías para identificar un RAEE. Por un lado, si para funcionar ha necesitado pilas, baterías o estar enchufado a la corriente eléctrica como hemos dicho, o si en el manual de instrucciones, la caja o el etiquetado aparece el siguiente símbolo: